lunes, 7 de diciembre de 2009

Libros y películas

“Participamos y nos involucramos”

“(…) El cine no reproduce lo visible, hace visible…”[1]

En esta propuesta incluiríamos la interacción entre la literatura y el cine, como fuentes de reflexión. Es a partir de la ficción que podemos enriquecer la narratividad discursiva, imaginar, volar… Es un modo particular de ver, mirar, y acercarse a la comprensión e interpretación de los procesos históricos, sociales y educativos que envuelven día a día a nuestros jóvenes. Esto formaría parte de un proceso que nos/les permite pensar en y sobre sí mismos: En y sobre NOSOTROS.

-Cine y literatura

Existe una vinculación del Cine y la Literatura con el mundo… En este caso quisiera aproximarme a la relación establecida a partir de pensar un trabajo conjunto: Literatura y Cine en permanente dialogo con las problemáticas adolescentes. Cabe destacar que esta relación de ningún modo dice que la literatura o el cine refleje la realidad, sino que es a través de esta relación en donde se gesta un modo particular de ver, mirar, y acercarse a la comprensión e interpretación de los procesos sociales.

Poder pensar los problemas sociales implica lisa y llanamente poder leerlos, no desde distintas disciplinas, sino preguntando a los textos diferentes interrogantes” (Rosa, C.) Esta intención de lectura es desde la que se pretende trabajar, poniendo siempre y ante todo, en crisis la idea de verdad, es decir, los adolescentes tienen que poder constituir su pequeño mundo de certezas, a estas hay que generarlas, otorgándoles sentidos, produciendo significaciones… Intentar leer en los textos, en la imagen, en la vida, las historias de los vencidos… Todas estas operaciones implican pensar y reflexionar comprometidamente sobre una problemática y es ésto lo que se pretenderá realizar en esta propuesta.

La literatura y el cine son pensados como herramientas que proveen de tramas argumentales… Nos permite movernos dentro de un mundo ficcional, que pretende no serlo, nos habilita a imaginar y a crear.

Toda película parte de un guión, al que podemos habilitarnos a nombrar “literario”.

A través de los años, hemos sido testigos de múltiples cintas, que basadas en grandes obras de la literatura, han evidenciado la difícil tarea de representar para la pantalla, las imágenes literarias; esto sin duda, ha resultado en aciertos y decepciones, sin embargo, resulta primordial reconocer, que si bien son dos medios distintos, esto no los hace incompatibles, sino complementarios.

Hoy, del mismo modo que a principios del siglo XX, hay quienes consideran que el cine es un modo de expresión tan nuevo que, necesariamente debe ser diferente de la literatura, con expresividad distinta, lenguaje diferente, que aporta nueva terminología y enfoque al arte. Otros, por el contrario, cada vez menos, consideran que el cine es un producto de la literatura, una nueva expresión de ella. En cualquier caso, cine y literatura está íntimamente unidos y condenados a encontrarse. El cine ha recibido de la literatura relatos, argumentos, formas y estilos. La literatura, en todo el último siglo, va recibiendo del cine diferentes modos de mirar, una concepción narrativa distinta…

Unas veces se realiza la adaptación de obras literarias al cine, que tiene la misma tradición centenaria que el séptimo arte y, casi siempre renueva la eterna polémica: se suele rechazar la película lamentando que la complejidad del texto literario haya sido despreciada por la superficialidad de las imágenes. En ocasiones, se hace un guión -que no deja de ser una obra literaria- exclusivamente para el cine. A veces, las menos, tras la película, se ha escrito la obra literaria. Hay films que representan una época histórica literaria determinada, o la vida de un literato, o el relato de cómo se ha hecho una novela... El cine es rico en imaginación y cualquier idea la puede convertir -con mayor o menor fortuna en imágenes y sonido.

Sin embargo estas dos disciplinas tienen un objetivo en común, contar una historia, y es aquí donde este espacio tamo importancia, leer, algo un poco olvidado por nuestros jóvenes, nos permite jugar con nuestra imaginación, armar las más variadas historias y el cine nos permite plasmar esas historias imaginadas.

Reivindicar la palabra en estos momentos en la que ha perdido un poco de credibilidad, hace que nuestros chicos ingresen a un mundo fantástico y trabajar la imagen desde el cine hace que estos mundos a veces lejanos estén próximos.

Cine y literatura, dos modos de expresión en donde nuestros jóvenes pueden decir los que les pasa.



[1] Godard

No hay comentarios:

Publicar un comentario